La siniestralidad en carretera ha descendido este puente un 30 %. Menos muertos que el año pasado, se entiende. Me pregunto cuántas vidas humanas significan ese porcentaje tan deshumanizado. Parece que las nuevas medidas adoptadas por la DGT como el carnet por puntos, sirven, no se si para concienciar sobre el peligro de la velocidad, pero sí para que la prudencia se instale en nuestras mentes como barrera de evitar sanciones. Algo es algo. Lo que la DGT no hace, es intentar que la legislación se cumpla en materia de seguridad en las carreteras españolas. En este sentido me quiero hacer eco de una noticia que sucedía al inicio de este gran puente-acueducto-constitución-inmaculada; y es la siguiente, que l@s moter@s se manifestaban para "reventar" la operación salida y así hacer oir su voz en contra de los peligros evitables que se encuentran en la red vial. O debería decir ¿que nos encontramos? Creo que mejor así, al fin y al cabo, me considero motera. Me parece tristísimo que sólo las carreteras que pertenecen al Estado estén instalando estos nuevos sistemas que tamicen las posibles lesiones de un accidentado de moto. Creo que las comunidades autónomas deberían hacer lo propio en sus vías. Somos much@s l@s que montamos en moto habitualmente y caerte en una carretera comarcal típica con guardarraíles (quitamiedos) a tan solo 23 Kms por hora, podría suponer la amputación de algún miembro de tu cuerpo. Algo tan sencillo como cambiarlos por otros de tipo redondeado, en forma de "U" y no de "I", como los actuales, sería suficiente medida para disminuir la siniestralidad motera. O, por ejemplo, eliminar la pintura que cubre las calzadas, súmamente deslizante, por otra que no lo sea. Pero parece que los gobiernos autónomicos no están dispuestos a gastar partidas de su presupuesto en este ámbito, ni la DGT en obligar a su cumplimiento.

Y hablando de dinero. Ya están en el mercado unos neumáticos para invierno, mucho más fiables que los diseñados anteriormente, y además bastante más que las cadenas, cosa que hasta ahora no se había conseguido. Los creadores, el gran moustro Michelin. Los que podrán hacerse con ellos, pues los que puedan gastarse el dinero que cuestan, dicen que "solo" un 20% más que los normales... los normales Michelin, claro. El conducir en condiciones prácticamente extremas con unas gomas así significaría tener prácticamente la misma seguridad que hacerlo en condiciones óptimas del pavimento y climatología. Para más inri, y como servicio adicional, dicha marca y sus distribuidores oficiales se ofrecen a guardarte los neumáticos de invierno, "en conserva", durante el verano. Un lujo más sólo accesible para unos pocos. Esperando que algún día puedan estar a disposición del común de los mortales, nos congratulamos con este avance de la ciencia del motor.

Y es que la seguridad al volante se paga, porque aunque la vida de una persona no tenga precio, parece ser que la muerte puede tenerlo.