En el Aire
٤.١٢.٠٦
Uh, ah, Chávez no se va...
Hoy me he despertado con la buena noticia de que tenemos Chávez para otros seis años. Y digo buena noticia con conocimiento de causa, porque en mi periplo venezolano pude ver como una sociedad entera se construye desde la base a sí misma. Me explico, puede que el Presidente, solo sea el icono visible, la punta del iceberg de algo más profundo que es lo que se está constituyendo en el país venezolano.
Leía hoy en
El País en un artículo de Daniel Innerarity titulado
¿La realidad es de derecha?: "... reparto del territorio según el cual a la derecha corresponda gestionar la realidad y la eficiencia, mientras la izquierda puede disfrutar el monopolio de la irrealidad, donde se movería sin competidor entre sus valores, las utopías y las ilusiones". Es decir, que la derecha pasaba más a la acción que una izquierda que aún, en nuestros días, se encuentra anclada en los dilemas teóricos y en paraísos poco probables de conseguir.
Esto es precisamente lo que cambia en Venezuela. A través de las Misiones, esas grandes desconocidas, se crea todo una maquinaria que funciona a la perfección y que, además todas sus piezas están perfectamente engrasadas para conseguir un resultado final que beneficie a
tod@s los
ciudadan@s. Evidentemente
aquell@s que más notan la mejora de dicho cambio, son
l@s que nunca tuvieron nada, los pobres de los pobres. Y es que siguiendo al profesor
Juan Carlos Monedero conceptos como el de imperialismo u oligarquía solo se entienden una vez que has pisado latinoamérica, en este caso en el contexto de Venezuela.
Y todo esto mientras los medios de comunicación nos bombardean con información contradictoria a cerca de este país latinoamericano. Desde los informativos en donde presentan a Venezuela como un estado de sitio permanente en dónde los militares están todo el día en la calle pegando tiros. Hasta, como es el caso de Antena 3, mostrarnos a los Tupamaro de los ranchitos como unos sanguinarios, más parecidos a un cartel de la droga, que a unos pobres trabajadores bondadosos, que nos acogieron con los brazos abiertos en su casa cuando no tenían nada que ofrecernos porque ellos mismos no tenían nada que llevarse a la boca; eso, sin contar con que hablan de la Colonia del 23 de Enero como de clase media-baja... no se que entenderán ellos por clase media-baja, pero desde mi punto de vista serían clase baja-baja y no desde el punto de vista español, sino desde el venezolano, claro.
Retomando la idea del principio, decir que para mi Venezuela significa que otro mundo es posible, y que pese a los intentos de compararnos a Chávez con Castro, poco o muy poco tiene que ver el presidente bolivariano con el dictador cubano; salvo, claro está, la animadversión a EEUU y la cooperación puesto que el uno con el otro son un referente fuerte en la zona y solos no lo son tanto. Evidentemente, en este momento habría que sumar las nuevas izquierdas que se levantan por todo el continente latinoamericano en un ejemplo más de que algo está pasando, algo está moviéndose en América Latina.
E insisto, es algo más allá de los gobernantes, es algo creado desde abajo, desde la base, constituído por la ciudadanía en la que los mandatarios sólo sirven de punta de lanza de una estructura mucho más compleja. Edificio que si sigue construyéndose en bases tan sólidas en dónde, además, un gran porcentaje de la población se siente parte de esta gran obra; será, del todo imposible, parar el proceso puesto que implica la identificación de la ciudadanía con la construcción y el desarrollo de su nación; será en ese momento cuando de igual quién gane las elecciones porque los ciudadanos serán conscientes de su poder haciendo estructuras que superan a las del Estado tradicional.
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التسميات: Política
Publicado por Victoria Cáceres :
٥:١٨ م :
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