Hace tiempo que no escribo, y es que estoy escasita de tiempo... Entre eso y que me hallo privada de medios electrónicos tanto en el trabajillo como en casita... muy malamente... El caso es que he echado mano a un ordenador y para no perder la costumbre, o más bien para recuperarla, me he dado prisa a escribir.

Hoy toca política, nacional, of course. Que se vea que sirven para algo las clases de Hacienda Pública de la carrera, (momento orgullo politológico). Hace dos días Rajoy se desmarcó con una propuesta electoralista en dónde señalaba que eximirá de pagar el IRPF a quién gane menos de 16.000 €.

Esta bajada de impuestos es una bajada de impuestos directos aplicada sobre las rentas más bajas. Pero ¿alguien se ha preguntado cómo se compensa esa pérdida de ingresos? Pues con los "desconocidos" impuestos indirectos, ejemplo IVA. Esos que gravan los productos en un porcentaje entre el 4 y el 16% según sean de primera necesidad, lujo, etcétera y que afectan igualmente a todos los consumidores.

Que quiero decir con esto, pues que aunque la bajada de impuestos (directos) fuera efectiva y real, y la promesa electoral cumplida; estaríamos muy lejos de ser solidarios con las personas de renta más baja, que tendrían que hacer un esfuerzo superior para conseguir productos en el mercado. Osea, que de aumento del poder adquisitivo "tararí que te vi".