Pidiendo disculpas de antemano a la Asociación Cultural de Villa del Prado, por haber publicado, en su día, una afirmación que no es veraz en su totalidad. Quiero aclarar que esta agrupación no tiene nada que ver con mi persona, ni con los contenidos que yo vierto, en esta mi bitácora. Así como defender su a-politicidad.

Una vez dicho esto, abandono mi actividad literaria en cuanto a la opinión de todo cuanto acontece en mi pueblo, debido a las represalias que ya están sufriendo algunos de mis seres queridos; y por petición expresa de los mismos.

No sin antes expresar mi más profundo rechazo a estos hechos que me parecen auténticamente macabros, cuando desde este pedestal siempre se ha hablado con el más profundo respeto y sin entrar en consideraciones personales de ningún tipo. Y que cuenta con un apartado de comentarios para que la persona que no esté de acuerdo pueda ejercer libremente su derecho a réplica.

Hay gentes que no entienden que ser rivales o enemigos son dos cosas diametralmente distintas; y otras, como yo, que no aprenden que la libertad de expresión es una entelequia y que lo políticamente incorrecto tiene consecuencias.

Obviando utilizar una cita de El Quijote, dónde el ingenioso hidalgo se dirige a Sancho, por temor a malinterpretaciones lingüísticas o semánticas. Termino esta agria entrada esperando que con ella finalicen las presiones a terceros, aunque todo indica que no será así.