En "El 2007 todo sigue igual (o peor)", hablaba sobre una entrada de Ottinger en donde comentaba cómo los franceses iban por delante, como siempre, en cuestiones sociales. A colación de las declaraciones de Villepin, sobre la exigibilidad al derecho a la vivienda.

Hoy también voy a hablar de los franceses, en concreto de sus mandatarios. Ya que según informaciones que leo en Mundotoro, la candidata socialista a presidente de la República Francesa Segnolene Royal declara: "Las corridas de toros son un espectáculo magnífico y entiendo muy bien que la gente se apasione con ellas". En el mismo reportaje se habla de nombres con Sarkozy (el candidato de la derecha a la presidencia), o Le Pen; todos a favor de la Fiesta de los toros. Es decir, que en el país vecino, todos los partidos políticos desde la izquierda hasta la derecha se han posicionado en favor de los Toros, excluyendo a Los Verdes.

La internacionalización de la Fiesta es un hecho palpable que se traduce en más festejos, en tierras latinoamericanas y también francesas. De dónde además, es la ya figura del toreo Sebastián Castella (en la imagen). Así como las corridas de toros programados en China (Chongqin), consecuencia de los que tuvieron lugar en Shangai en el 2004, y de su gran éxito. Y, claro está, los vecinos portugueses. Nos llevan a plantearnos porqué cuando más mundializada está la Fiesta Nacional. Nacional de la Nación a la que pertenecemos, nos guste o no. Los mismos dirigentes de la misma, léase ministra de Medio Ambiente, se dediquen a criticar dicha tradición. Mientras, los de las naciones ajenas lo exaltan. Al mismo tiempo deja al descubierto las posturas catalanistas que hablan de oposición a la tauromaquia por el rechazo a la tradición española.

En fin... Lo dicho, siempre un paso por detrás, aunque se trate de algo tan nuestro como la Fiesta de los Toros.