Si ayer hablaba de mi trabajo y de lo contenta que estoy; hoy toca máster. Bueno, más bien un módulo del curso, que ha superado con creces las expectativas previstas; es más, ha supuesto el resumen perfecto y la preparación idónea para el PFM

Nuestra última semana la hemos pasado en Bassat Ogilvy, y,.. qué puedo decir... Hemos repasado mil cosas del máster, entendido algunas que quedaron con pinzas, y en definitiva hemos aprendido un montón

La división de la empresa en las diferentes áreas y nuestro conocimiento de cada una de ellas de primera mano, a través de sus responsables; te hace consciente de la capacidad de esa gran empresa. Avatares del destino, caí enferma, y me perdí algunas de las ponencias, y no puedo decir que fueran ni mejores ni peores, simplemente diferentes

Es curioso como disciplinas en principio diferentes, están interconectadas de manera que, realmente llegamos al Marketing 360, una forma de trabajar que toca todos las caras del Marketing, y que es una herramienta básica para saber manejarse, medianamente, en el increible (y hasta hace poco desconocido por mi) mundo del MK

Sólo el ambiente que se respira, sus creativos (que parecen escapados de la facultad de políticas), sus comerciales entrando y saliendo, y sus responsables que nos atendieron estupendamente (incluso un consejero delegado nos dejó ver una parte del España Rusia en su despacho

Más allá de lo que aprendimos, comprendimos que hacer marketing significa también vivir en marketing, y en Ogilvy se respira por todos los lados

Como notas curiosas: los cafés gratis, zumos de naranja a precio moderado, refrescos y aguas ¡15 céntimos!, unos cuartos de baño hiper-cool, y un papel de w.c. que seguro que no lo hay ni en casa de la Preysler, porque una tiene un poco de vergüenza aún, que sino me hubiera metido de buena gana, un par de rollos en el bolso... seguro