Supongo que cada cosa en la vida tiene una época y una etapa. A mi me ha tocado la de ir cerrando proyectos en este momento. Con el Máster casi terminado a falta del PFM, hago balance de un año escolar bastante intenso. Puede que acabara en el Máster por casualidad, quizás fueran los designios del destino. Lo cierto es que, lo que a priori se presentaba como una alternativa más para ir sumando conocimientos, se ha convertido en algo que ha dado un giro a mi vida. No del todo radical, si bien es cierto, pero que la ha cambiado en conceptos tan básicos como el cambio de orientación profesional, o el cambio de domicilio,... nada baladí por otro lado, si tenemos en cuenta que la vida "por la cuenta de uno mismo" es trabajosa, más que complicada, y te ayuda a valorar, más que nunca a la super-mamá a la que el día le cunde como si en vez de tener 24 horas, tuviera... unas 48

Y el trabajo, las prácticas en empresa que ponían en el anuncio del máster, dejaron de ser una entelequia en diciembre. Creo que es una de las mejores cosas que me podía haber pasado. Aquí he aprendido a trabajar con la motivación positiva como método para seguir trabajando más y más; he olvidado las críticas destructivas, y las reprimendas absurdas del que no tiene la culpa de algo, pero hace de cabeza de turco. Por supuesto he aprendido mucho más de lo que pensaba: abocada a ello por estar en un proyecto que empezaba de cero, y al que había que sacar a flote como fuera. Pero fundamentalmente he conocido a gente con la que además de dar gusto trabajar se han convertido en mis confidentes, consejeros, cómplices de risas y travesuras, y en definitiva... como decía en el post anterior... AMIGOS

Ya son dos los que, por circunstancias que no vienen al caso, han abandonado el barco. Cosa que me crea gran tristeza, Raquel por un lado fue mi mentora, mi jefa, y una gran persona. Ella me enseñó el valor de las cosas bien hechas (muchas veces al extremo), y creo haberlo aprendido y por ello debo agradecérselo. Por otro lado Raúl, de él he aprendido a venir a trabajar con una sonrisa, a ser feliz con lo que hace uno y la humanidad de una persona que no entiende a los empleados como autómatas sino como, insisto, personas; con sus problemas y necesidades, con sus días buenos y malos, con sus gustos y disgustos

Gracias a Allah, esta será una despedida entre comillas, porque se que ellos van a estar siempre ahí para tomar un café o regalarnos una sonrisa. No obstante se echa de menos el saber que tienes una puerta abierta, para entrar cuando quieras, a contar lo que quieras. En definitiva, una relación de trabajo que iba, que va, mucho más allá de lo laboral

Este post iba destinado al Máster y a sus clases, pero la nostalgia me ha podido, y es que ¿quién no se rinde ante este cambio de situación? Quizás para bien, quizás para mal, el caso es que las cosas van a cambiar, ¡y a mi me gustaban como estaban! que carallo

Como decía al principio, el estar en esta empresa es lo mejor que me ha podido pasar este año. Ha sido la sorpresa no esperada, de una entrevista a la que vine "por si acaso". Pero lo cierto es que me he visto atrapada en este sillón, entre mi trabajo y su gente, sobretodo su gente

No voy a nombrarlos a tod@s, porque ell@s ya saben que los aprecio y que forman parte de la historia de mi vida