Navego por páginas de información árabe a menudo, no tanto como me gustaría, pero si, de vez en cuando, sobretodo cuando saco 30 minutos para dedicarlos a leer. El caso es que "clickeando" he llegado a una noticia que me llena de satisfacción y es que leo lo siguiente: "Congreso sobre Edwar Said en el Palacio de Congresos de Valencia". Esto ocurrirá durante el "Foro Valldigna", un encuentro organizado por la Generalitat Valenciana, según tengo entendido, que va por su cuarta edición, y que versa sobre los países Mediterráneos, más concretamente sobre las relaciones de éstos entre sí.

Y decía que me alegra mucho leer esta noticia porque para algunos Said sólo es el palestino que fundó una orquesta con el israelí. Hablo de la West Eastern Diwan, que fundó junto a Baremboin en un intento de que la música fuera un nexo de unión entre jóvenes músicos palestinos e israelíes, como muestra de que la conviencia y cooperación entre ambos pueblos es posible. Cuya música, muchos de nosotros pudimos disfrutarla hace muy poquito tiempo en la Plaza Mayor de Madrid.

Pero Said es mucho más, por lo menos para mi. Es el que me acercó a la cotidianidad palestina, el que me abrió los ojos de lo que realmente se cocía en Oriente Próximo. Este intelectual que estuvo cuestionado por la ANP por criticar los Acuerdos de Oslo o al propio Arafat, nos ha ayudado a muchos querer a la tierra Palestina como nuestra.

Residente en EEUU, nos mostró que las relaciones entre oriente y occidente eran del todo posibles. De hecho él que escribía y hablaba en árabe e inglés, siempre decía que nunca supo cúal de las dos lenguas era la suya. Probablemente las dos, porque como él se encargó de hacernos ver, la una no era incompatible con la otra.

Así que desde aquí me gustaría rendirle mi particular homenaje al desaparecido Said porque sigue, de algún modo, estando vivo entre aquellos que le seguimos casi con fervor.