En el Aire
١٥.١٠.٠٦
O putas o lesbianas
Salió el sexto de la tarde. Y en vez de salir la novillera, mandó al peón de brega por delante. La mala bestia, del novillo, se entiende, seguía en sus trece, así que lo mejor era darle una vara, cuanto más excesiva, mejor, o así lo entendió la de luces...
Hasta aquí todo normal, mal hecho, pero todo normal. El problema es que cuando a las carnicerías espectaculares se une el hecho de que "la que manda" es una mujer, se producen conexiones inexplicables en el cerebro de los espectadores (de un sector de los mismos, gracias a Dios). Una vez que la fase de asimilación llega a su culmen y las pocas neuronas que tienen ejercen esos ciertos enlaces, comienza la sarta de improperios...
¿Y que se le dice a una mujer por muy torero que sea? PUTA. Ay que ver, que originales somos. El caso, ahora que lo pienso es que a los toreros machos (esto es por el género de los mismos no por su arte a la hora de conquistar hembras), también se les insulta con un comentario despectivo hacia la mujer, léase: HIJOS DE PUTA.
Sea como fuere y tras los ¡vete a fregar! y ¡como vas a torear si no tienes huevos!. Comentario, que por otro lado me parece del todo cuanto menos vomitivo (otros no tienen sentido común, ni educación y por eso no los encerramos en sus casas que es donde debieran estar. Si no saben comportarse como las personas, mejor q no se relaciones con ellas).
Bueno, a lo que voy, que me lío. Que en este mundo, como en otros muchos aún, desgraciadamente, si eres mujer no puedes hablar, actuar, trabajar... en definitiva, realizarte como persona. Y es que para "ellos" seguimos siendo inferiores, el sexo débil o vete tú a saber que sarta de tonterías. El caso, es que si al final por h o por b acabas trabajando, o formando parte de algún modo del mismo, sólo has tenido dos maneras de haber ascendido: una siendo una puta, y habiéndote "follado" a todo lo que se menea; y otro siendo lesbiana, q supongo q para ellos es casi como estar en la posición de los hombres...
En fin esto, desgraciadamente, está así. Y aunque las cosas cambian, cambian muy poco a poco y en "situaciones límites", el fondo de "los de los huevos" sale, no pudiendo renunciar a años, decenios, siglos de patriarcado en donde siempre fueron amos y señores, y el espacio para la hembra siempre estuvo reservado a ser "la tal" (hija, madre, novia, esposa...) del torero, o del hombre, siempre adjetivadas y nunca sustantivantes.
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