Me estoy volviendo algo maruja. Pero no piensen ustedes que es cosa de cotilleos, que bastante tengo con mi vida para meterme en la de los demás. Me estoy haciendo marujilla pero de la casa, vamos que dentro de nada me compro unos rulos. Sólo me falta eso y el mandil, pero ya le tengo echado el ojo a uno, así que en cuanto lo localice me lo agencio

Al fin y al cabo la vida independizada no está mal, entras y sales cuando quieres, o mejor dicho entro cuando quiero porque salir... sólo salgo a trabajar y como mucho al gimnasio. Estoy de un casero... Lo cierto es que las tareas del hogar no son demasiado pesadas, tener un pisito es lo que tiene, toda la vida viviendo en casas grandes en el pueblo... pero llegas a la city y o te alquilas un pisito, compartido, claro, o te buscas en puente, portal o boca de metro más cercano.... En definitiva que si hay que limpiar se limpia, con ayuda, que mi marido y mi compañero de piso colaboran...más les vale, claro. Que sino les perseguiría en sus sueños atizándoles con el palo de la escoba como en el tren de la bruja

Además no se me da mal del todo la cocina, es más me gusta bastante, así que lo mismo te preparo una ensalada de la casa que unas albóndigas en salsa al estilo de mamá; como cocina mamá... pondré interés y mucha mucha práctica a ver si llego a darle ese toque que deja todo rico, rico, riquíiiiiiiiiiiiiiisimo, de toma pan y moja, y no es un dicho

Pero voy a dejar de hablar de comida porque a estas horas ya empiezan a rugir las tripillas, que tienen hambre, hambre, y eso que hoy han desayunado y almorzado, frutita que ahora en verano se agradece... Uhm... insisto, voy a cambiar de tema

Lo que peor llevo es lo de lavar, no porque yo lo lleve mal sino porque la lavadora conspira a veces contra mi persona y decide desteñir alguna prenda. Yo que había puesto la lavadora de blanco y se me ha colado algo que yo pensaba que no desteñiría y ... ¡toma!. Bueno lavar, tender y planchar, proque no hay uno sin dos, ni dos sin tres. Entre el tendedero amenazado por los del cuarto que nos tiran huevos y detergente en polvo, de vez en cuando, encima de la ropa (otra vez a lavar); y la plancha del año de la Tarara, que cada vez que plancho un trapito me tiro media hora para quitar las arrugas... Pues ustedes me dirán

Eso sí, de vez en cuando salgo a airearme, a la compra, he descubierto el Mercadona. Que gran lugar. Que lujos más baratos, nunca una crema anticelulítica costó tan poco dinero, nunca por 50 euros habría llenado un carro entero. Cómo me gusta!. Bueno lo cierto es que lo que más me gusta es llamar luego a mi madre para contarle las ofertas que he visto o he comprado

Y es que, como toda marujilla miro las ofertas con lupa, y luego lo comento con mi madre (porque aún no conozco mucho a las vecinas, supongo que será cuestión de tiempo